El ejercicio de la medicina se debe basar en la mejor evidencia científica y clínica disponible y en información veraz y fundamentada a los pacientes y a la sociedad. Prácticas o técnicas con pretendida finalidad sanitaria que no cumplen ese precepto pueden ser una amenaza para la salud por el riesgo de abandono de tratamientos que sí han demostrado efectividad, retrasos en su aplicación y pérdidas de oportunidad, así como encarecimiento de los procesos asistenciales, perjuicio económico, e impacto negativo en la esfera psíquica, familiar y social del paciente.
Los profesionales y sus representantes (colegios y consejos sanitarios), sociedades científicas, universidades y la administración (ministerios de sanidad y ciencia, agencias regulatorias), colaboramos para proteger la salud individual y colectiva; desde la educación de la ciudadanía, la formación de los sanitarios, y la denuncia de las situaciones que comprometen la calidad y la seguridad en la atención al paciente.
Rosa Arroyo Castillo, oftalmóloga en el Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol (CHUF), vicepresidenta segunda del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM) y coordinadora de su Observatorio contra pseudociencias, pseudoterapias, intrusismo y sectas sanitarias, es Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad Complutense de Madrid, Especialista en Oftalmología Vía MIR en Hospital Universitario La Paz de Madrid y Doctora en Ciencias de la Salud por la Universidad de A Coruña. Además, actúa como voluntaria médica en cooperación en campañas en Nicaragua, campamentos de refugiados del Sahara Occidental, India, Burkina Faso y República del Chad y representa al CGCOM en la Unión Europea de Médicos Especialistas-UEMS, entre otras responsabilidades y actividades en torno a su profesión.